VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
¿Qué es?
Es el ejercicio de la violencia en el seno de una familia. Es decir, la acción u omisión que el integrante de una familia ejerce contra otro integrante y le produce un daño físico o psíquico . Puede incluir distintas formas de maltrato, desde intimidación hasta golpes pasando por el acoso o los insultos. El violento puede ejercer su accionar contra un solo integrante de la familia (como su pareja o su hijo) o comportarse de una manera violenta con todos.
Los expertos de este tipo de violencia en el seno del hogar establecen que existen diversos denominadores comunes que vienen a identificar al maltratador. En concreto, las personas de este tipo coinciden en estas características:
- Son individuos muy dependientes a nivel emocional que manifiestan dicha dependencia a través de la agresividad.
- Se muestra seguras de si mismas e incluso aparentan ser altivas. Sin embargo, baja esa imagen que se crean se esconden ciudadanos que suelen tener problemas de autoestima.
- Necesitan humillar y acometer la sumisión de su pareja para sentirse bien y superiores.
- Es frecuente que tengan carencias afectivas y problemáticas de características similares que arrastran desde su infancia o desde su etapa de adolescente.
- Tienen celos patalógicos.
- No son capaces de demostrar sus sentimientos.
Además de todo ello habría que señalar que la violencia intrafamiliar que tiene lugar en cualquier hogar suele estar conformada por tres fases claramente diferenciadas:
- Una primera etapa donde se va produciendo lo que es una acumulación de tensión, donde toman protagonismo desde episodios de celos pasando por faltas de respeto verbales o discusiones fuera de toda normalidad.
- En la segunda fase es en la que produce el episodio agudo de violencia, donde se manifiesta a través de golpes de manera habitual.
- La ultima etapa de la violencia intrafamiliar es en la que se conoce por el nombre de luna de miel, ya que el maltratador se calma, muestra cierto arrepentimiento e incluso procede a llevar a cabo continuas muestras de cariño y de amor a su victima.
Pese a que este tipo de violencia se encuentra penado por la ley, estos delitos no suelen ser denunciados ya que las victimas pueden sentir verguenza, temor o culpa por delatar una familia. Los expertos, sin embargo, insisten y recomiendan a las víctimas que superen el medio y hagan las denuncias correspondientes para romper con el vinculo violento.
No más violencia intrafamiliar
ni gritos.
Poner un alto a los maltratos y
golpes.
Basta a el enojo, miedo, humillaciones
y gritos intrafamiliares.
Todos los integrantes de la violencia
intrafamiliar pueden ser victimas.
Ya no a los golpes a sus hijo/as de los
agresores e intimidaciones.
Alto a las discusiones, gritos, peleas
y falta de respeto entre ellos.
Un hogar no se construye con
violencia.
Fuera con los sufrimientos de los hijos
lastimaciones, tristezas.
Nada justifica un golpe, si te pasa nos
afecta a todos.
No a la violencia intrafamiliar, un delito
que no debe callar.
¿Qué es?
Es el ejercicio de la violencia en el seno de una familia. Es decir, la acción u omisión que el integrante de una familia ejerce contra otro integrante y le produce un daño físico o psíquico . Puede incluir distintas formas de maltrato, desde intimidación hasta golpes pasando por el acoso o los insultos. El violento puede ejercer su accionar contra un solo integrante de la familia (como su pareja o su hijo) o comportarse de una manera violenta con todos.
Los expertos de este tipo de violencia en el seno del hogar establecen que existen diversos denominadores comunes que vienen a identificar al maltratador. En concreto, las personas de este tipo coinciden en estas características:
- Son individuos muy dependientes a nivel emocional que manifiestan dicha dependencia a través de la agresividad.
- Se muestra seguras de si mismas e incluso aparentan ser altivas. Sin embargo, baja esa imagen que se crean se esconden ciudadanos que suelen tener problemas de autoestima.
- Necesitan humillar y acometer la sumisión de su pareja para sentirse bien y superiores.
- Es frecuente que tengan carencias afectivas y problemáticas de características similares que arrastran desde su infancia o desde su etapa de adolescente.
- Tienen celos patalógicos.
- No son capaces de demostrar sus sentimientos.
Además de todo ello habría que señalar que la violencia intrafamiliar que tiene lugar en cualquier hogar suele estar conformada por tres fases claramente diferenciadas:
- Una primera etapa donde se va produciendo lo que es una acumulación de tensión, donde toman protagonismo desde episodios de celos pasando por faltas de respeto verbales o discusiones fuera de toda normalidad.
- En la segunda fase es en la que produce el episodio agudo de violencia, donde se manifiesta a través de golpes de manera habitual.
- La ultima etapa de la violencia intrafamiliar es en la que se conoce por el nombre de luna de miel, ya que el maltratador se calma, muestra cierto arrepentimiento e incluso procede a llevar a cabo continuas muestras de cariño y de amor a su victima.
Pese a que este tipo de violencia se encuentra penado por la ley, estos delitos no suelen ser denunciados ya que las victimas pueden sentir verguenza, temor o culpa por delatar una familia. Los expertos, sin embargo, insisten y recomiendan a las víctimas que superen el medio y hagan las denuncias correspondientes para romper con el vinculo violento.
No más violencia intrafamiliar
ni gritos.
Poner un alto a los maltratos y
golpes.
Basta a el enojo, miedo, humillaciones
y gritos intrafamiliares.
Todos los integrantes de la violencia
intrafamiliar pueden ser victimas.
Ya no a los golpes a sus hijo/as de los
agresores e intimidaciones.
Alto a las discusiones, gritos, peleas
y falta de respeto entre ellos.
Un hogar no se construye con
violencia.
Fuera con los sufrimientos de los hijos
lastimaciones, tristezas.
Nada justifica un golpe, si te pasa nos
afecta a todos.
No a la violencia intrafamiliar, un delito
que no debe callar.
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